miércoles, agosto 09, 2006

Esos años maravillosos

Y entonces sucediò...

Esa era la frase que esperaba cada vez que veía ese programa (bueno, serè honesto, aùn lo hago) y es que ese Kevin Arnold no fuè precisamente el hèroe que yo esperaba de un tipo que salìa en una pantalla, no era galàn, su cuate (Paul Pfeiffer) era como un nerd sacado de los cuentos màs tenebrosos de la imaginaciòn estudiantil,la tal Winnie nunca lo pelò, no aprendiò a tocar bien la guitarra, su hermano lo fastidiaba, su hermana estaba bien fumada y lo peor de todo (para èl) es que siempre fue completamente indifierente para todos sus compañeros("X" le llamarìan los fresas).

Pero...
Pero...
Pero...

Años màs tarde reconocì el valor de esa serie, el cual consistìa simplemente en seguir de cerca la vida de un tipo que no es el màs popular y que ademàs se parece un chingo a todos los que pasamos por esa etapa, el mismo tono fantoche, las mismas burradas y tambièn las mismas ganas e intenciones de pertenecer a un mundo al cual no pertenecíamos y que ahora, en lo personal, ya no quiero pertenecer.

Me doy cuenta ahora,que fuè muy padre ser a ratos un Kevin Arnold y tambièn cometer errores aciertos de la misma manera que èl lo hizo, quizà lo ùnico que cambiarìa es el emplear tanto tiempo en tratar de estar en el "cìrculo sagrado" de los fresas y populares, cuando pude disfrutar mucho màs de mi cìrculo amplio y de gente que me querìa asì como era (soy).

Este, es un pequeño homenaje para un campeòn sin corona para mi, ojalà reediten el ùltimo capítulo y esta vez si se quede con Winnie (Al menos que se porten mal), creo que màs que èl, lo merecemos todos los demàs!!!.

No hay comentarios.: