lunes, febrero 26, 2007

Reencuentro

Recuerdo mucho esos viajes a Tlaxcala, siempre pensé en esa ciudad como una ciudad de gente mala, tal vez porque fué Tlaxacala (Texcala) un factor más para que cayeran los Mexicas hace unos 500 años más o menos.

Nos subíamos en la camioneta de papá y nos adentrábamos en carretera, mis hermanas, mi mamá, Camila y mi padre en la parte delantera y yo prefería viajar en la batea para que me diera el aire e imaginar por un instante que yo controlaba la nave no sólo mecánica, sino de mi incipiente vida de universitario que estaba comenzando.

Llegamos a tu casa y después de saludar a nuestros respectivos padres, fuimos adecuadamente presentados, me llamó mucho la atención el hecho de que nuestras familias se tuvieran afecto y pensé que quizá años después entendería ese tipo de conceptos que se daba entre "gente grande".

Francamente no recuerdo si platicamos esa tarde o no, pero si recuerdo que la imagen que tenía de una Tlaxcala agresiva y hostil se fué difuminando al regresar a Puebla pensando en todo lo que viví esa tarde y lo bien que la pasé.

10 años despúes, ni en el lugar, ni en el momento, ni con la gente que hubiese imaginado te ví, te sentí diferente en muchos aspectos, más segura, más profunda en tu actuar, en tu pensar, en tu hablar y con el mismo rostro que recuerdo, después ví de nuevo a tu hermano, completamente cambiado pero siempre con esa forma amable, gentil y honesta que le conocí hace 10 años y que me hizo sentir tan bien.

Era impresionante sentirse como "en casa" aunque ninguno de los tres estábamos cerca de nuestra familia en ese momento pues cada uno vive apartado de sus padres por propios motivos y coincidir de esa forma tan "curiosa"...

Ahora entiendo algo que quizá no lograba entender cuando era más joven, el cariño, la lealtad y la amistad son capaces de traspasar muchos metros, muchos segundos y también es capaz de transmitirse a la gente de la misma forma que nos ocurrió a los tres esa noche al volvernos a encontrar.

Hoy aprendí algo nuevo.

Gracias.

3 comentarios:

Ireri Herrera dijo...

eeee, le dejo un comentario en esta entrada sobre la nueva entrada porque el blogger o el template o no se que conjunción cósmica no me deja poner esto...

Mucha suerte, tome te de ajenjo (o eso era para amarrar marido?)... bueno, tómese un té de azhar. Sí, sí...ese. Y, como diría mi abue y que luego yo repetía: encomiéndese duro al ESPITIRU santo (tenía dislexia de chiquita).

AH! Y Charlie ya leyó el post. Le gustó, me lo dijo. Pero no le digas que yo te lo dije...

Anónimo dijo...

Charlie andaba de parranda, por eso no había podido comentarle que este bonito post de verdad le gustó. Esto de la tercera persona es un síntoma más del desprendimiento psicológico bipolar que sufre la que escribe y calza. ¿Como está la familia? Saludos para todos y le dejo un abrazo mientras nos volvemos a encontrar.

Dr.Marbolius Kempka dijo...

Agradezco sus amables comentarios y es que en verdad he hecho incapié en lo que pasó porque fué algo muy raro para mi y me dejó pensando en muchas cosas.

Me encomendé al ESPITIRU santo, pero al parecer estaba ocupado en la franja de Gaza pues me fué mal (ya lo publicaré) y con respecto a Charlie, que bueno que le agrado el post (era para ella)y espero que con dos sedalmerck quede como nueva, seguimos en contacto.

Saludos