Todo estará bien.

Cuando lo conocí, me pareció un tipo rechoncho y hasta simpático, pero siempre me ha impuesto ese respeto especial que sólo consigue cierto grupo selecto de gente.

Recuerdo mucho la vez que fuimos al cine y que él tomaba de la mano a mi mamá, recuerdo también que indulgentemente dejó que fuera yo quien tomara su mano para no hacerme repelar (al menos no ese día).

Puedo así citar muchas cosas: Lo del Carlos Quinto,lo de regalarme de navidad un kit completo de limpieza de zapatos, lo de hacer que me comiera a fuerzas esos espantosos riñones al jérez que sólo mi mamá podía preparar, lo de tramitar un permiso con un prefecto en secundaria para que su angelito no perdiera clases, lo de evitar que me compraran un nintendo antes de ganármelo, lo de comprarme 3 cinturones de a 40 pesos antes que uno sólo de 50, lo de enseñarme que si uno pide algo hay que devolverlo y así miles y miles de cosas de más.

Esta noche no se siente muy bien, esta noche no puede comer esas gelatinas o esos volovanes que tanto le gustan, esta noche tal vez no vea películas mexicanas en la noche, pero hoy si se va a enterar una vez más del respeto y la admiración que siento hacia él.

Ánimo papá, todo va a salir muy bien como siempre, estás en manos de los mejores médicos y la familia ya sabes que siempre te echa porras.

Nos vemos en el puerto.