martes, mayo 08, 2007

San Juditas

Pues resulta que a mi señor padre por una complicación diabética tuvieron que internarlo en un hospital para quitarle un dedo del pie y así dejarlo como nuevo,transcurría la segunda parte del año 2001 y sólo un familiar por parte de mi papá había llegado a Puebla para acompañarnos en el trance.

El familiar en cuestión no fué otra que una de sus hermanas a quien para cubrir su identidad le llamaremos simplemente "Tía Juany" y quien llegó a la casa unos días antes a la citada operación.

Todo en el hospital iba de maravilla, médicos iban y venían de un lado a otro, la máquina de café hacía un capuchino bien chinguetas y había una doctora que no estaba de mal ver y que me hacía ojitos pispiretos, quizá debido en gran manera a su incipiente presbicia, pero ojitos eran ojitos que caray!.

Las cosas en la casa no marchaban tan bien ya que las costumbres de la tía Juany eran un poco...llamémosle "distintas" pues todo debía marchar como relojito, dormirnos temprano y levantarnos al alba como si tuviésemos que sembrar y trabajar de sol a sol, además de que el rosario nocturno de mi tía era más largo que la mismísima cuaresma como dijera Polo Polo y solía ser una ocasión perfecta para recordarnos lo impíos que éramos y que debíamos hacer algo para tratar de salvar nuestra alma de las brasas ardientes del infierno.

Justo la noche anterior a la operación de papá, el rosario estuvo plagado de una emoción especial acompañado, por cierto, del Santo Patrono de la Familia que no es otro que San Juditas Tadeo (Aquél que tiene una túnica verde y una monedota cerca del pecho), así que la escena parecía como sacada de una foto de la guerra cristera o de cuasifanatismo espiritual y/o religioso.

Al otro día, mi tía se encargó de envolver al San Juditas en una sábana, pues no encontró nada más apropiado a la mano y encargársela con devoción a mi hermana Margloba quien debía custodiarlo en el auto hasta que llegase sano y salvo a la habitación del hospital donde se llevaría a cabo la cirugía,debo recordarle que ella iba en un estado de idiotez-sueño difícil de superar y por lo tanto, lo que pase de aquí en adelante de la historia será sólo culpa de ella.

Una vez que hubimos llegado al hospital, mi tía se baja del auto, yo también y le pido a Margloba que me de el manto sagrado, pero...al extender la mano para tomarla, mi hermana sufre un ataque severo de dislexia mental y deja caer la sábana al piso, así en cámara lenta tipo Matrix.

(Inserte aquí un silencio incómodo mezclado con pánico familiar y fervor religioso).

-"Míralos, míralos que rependejos, levántenlooooooooo" nos decía mi tía con ese tono ameno.

A ambos se nos fué el sueño, pues sabíamos que si algo le había pasado al San Juditas, podríamos esperar venganza de toda la comunidad de las Carmelitas y el gato con botas dirigidas por mi tía desde un caballo.

-"Vamos mi San Juditas, si cuidas a tanta gente, ¿Qué te dura una caidílla pedorra de 60 cm?" pensaba para mis adentros esperando que estuviera entero mientras desdoblaba la sábana.

Una vez desdoblada toda,la escena debió ser ridícula, pues estábamos los tres parados en el estacionamiento del hospital, viendo la imagen de porcelana recostada y al parecer entera.

-"Fiuuu" pensamos Margloba y yo mientras comenzaba a levantar la imagen con la mano derecha y fué en ese entonces cuando vi que la cabeza del San Juditas se separaba suave, casi musicalmente del cuello de la otra parte de la imagen para rematar con un chingadazo en el pavimento.

-"Noooooooooo, aghhhhhhhhhh, buaaaaaaaaaaaa, mal augurioooooooo, mal augurioooooo" gritaba mi tía con los ojos en tonalidad extraña mientras sostenía ahora ella el cuerpo decapitado del Santito, me vió y con todos los pulmones que tenía nos dijo hecha un mar de llanto:

-"Arréglenlo, no podemos entrar al hospital así nada más, es un mal presagio".

Comenzaba a preocuparme por si esto nos acarrearía una maldición o alguna de las plagas de Egipto o un presidente populista y pendejo (Bueno, de ésto último si nos salvamos) así que corrí en chinga hacia la tienda y pregunte por el pegamento más barato el cual resultó ser uno de botecito de tapita de color más malo que cualquier porgrama de Silvia Pinal y con el cual cuidadosamente traté de pegar el cuerpo al San Juditas.

-"Ya, no me mire usted así San Juditas" pensaba mientras trataba de fijar la cabeza al cuerpo, una vez pasado el tiempo necesario le dí un pequeño golpecito para asegurar que mi trabajo quirúrgico había sido eficiente y y y y...

Ví la mirada del San Juditas girar algo así como 95 grados antes de rebotar nuevamente contra el pavimento.

-"Noooooooooooooooooooooooooooooo,ángeles y querubines noooooooooooo" decía mi tía quien pudo haber ganado un Ariel (o un Ace o un Suavitel) superando por mucho a cualquier dramón de Blanca Estela Pavón o Dolores del Río (o del puñal del Plablín).

Comencé a sudar.

Antes de que una ráfaga de chingadazos me cubriera por completo (al parecer, en el corazón de mi tía, Margloba ya había ganado un terrenín y sólo yo era proscrito) salí volando rumbo a la misma tienda decidio a todo, a matar, a ser perredista, a pegarle la cabeza con mi sangre si era necesario pero no estaba disupuesto a escuchar los lamentos profundos y tétricos de mi tía de nuevo, así que con una voz firme le dije al encargado:

-"Kola Loka, necesito...KOLA LOKA!!!"

No mames, me oí como James Bond a lo que ese wey en chinga me dió el empaque, lo abrí ahí mismo y le vacié casi todo el líquido en el cuello del San Juditas y para mi mala fortuna la pinche física nunca se equivoca así que tuve que ver como la porosidad de la materia hacía estragos en mi alma cuando la porcelana se "chupó" toda la Kola Loka.

-"Putísima la vendehuevos!!!, conste Señor que esto de las leyes de la materia es cosa tuya, nosotros nomás las medimos e interpretamos eh?" le decía al cielo tratando de encontrar una explicación a la tragedia.

De reojo podía ver desde la tienda como mi tía se santiguaba de mil maneras distintas y trataba de entablar una especie de videoconferencia con el Secretario de conflictos celestiales destinada seguramente a que algún enviado viniese a partirme la madre.

En eso, el espíritu santo por fin se acordó que había un humano que lo necesitaba y me envió un rayo de luz, así que, después de alcanzar el Nirvana instantáneo le dije con cierto tono de Hércules Poirot* al encargado de la tienda:

-"Oye wey,¿Vendes Futigom de Yerbabuena?"

Mi hermana Margloba se me quedó viendo como pensando que tenía una cáscara de plátano en el cerebro, pero el espíritu santo ya había hablado.

Me dío lo que pedí inmediatamente y me dispuse a colocar dos chiclotes en la boca y comenzar a ablandarlos rápidamente y sentir como ese desagradable sabor a hierba se resbalaba por la garganta.

Con un rápido movimiento, tomé la pasta verde con los dedos y se la coloqué al San Juditas en el cuello mientras colocaba la cabeza encima de él y hacía que se fundieran las sustancias.

-"¿Ves tía?, hasta con babero salió"

-"Herejeeeeeeeeeeee" me decía al tiempo que me perseguía para quitarme al Santito.

Pero al avanzar más rápido que ella logré quitarle el babero y cuando se lo mostré se le bajó un poquito el encabronamiento pues el San Juditas ya estaba de una pieza, aunque miraba como de "ladito de limón" pues no soy alfarero ni yesero.

Después de darle algunos cuantos besos a la estatua (obligado por la tía por supuesto) y pedir perdón por todas mis blasfemias, subimos al cuarto y colocamos la estatua en una especie de pedestal en lo que transurría la operación.

El problema fué que al volver el San Juditas tenía un collar de hormigas negras asesinas (o algo asi) quienes ferozmente trataban de arrancarle el cuello y la barba.

-"Nooooooooo, mal auguriooooooooooo!!" se escuchó en todo el pasillo del hospital.

Finalmente la operación salió muy bien, el futigom se endureció y quedó como plastiloka y nuestro San Juditas, bueno...aún sigue mirando de ladito.


*Héroe gordito de las novelas horrendas de Agatha Cristie.

10 comentarios:

Gaby Guzmán dijo...

Dr. Marbolius, con el respeto que nos merecemos mutuamente: no seas... déjame te digo que no nos salvamos de un presidente populista y pendejo, TENEMOS un presidente doblemente populista y triplemente pendejo... pero de política no hablamos porque corre sangre de la que le ibas a poner al santito. Amor y paz antes que nada (aún necesito clases de baile). See you, baby.

Charlotte dijo...

jajajajaja, putisima lavendehuevos, tengo una conocida metatera que dice lo mismito, y coasa peores en el cine en escenas cumbre cuando todo el mundo está callado y ella sale con su batea de babas.

Parisgaladriel dijo...

Jajajaja, me has hecho reir tanto tanto. ¡¿De dónde sacas tantas historias?!
Un besote.

Gaby Guzmán dijo...

Cierto, había olvidado que aquellos no panistas-yunquistas, son unos metateros que sólo pueden salir con bateas de babas... está bien, sigamos viviendo en nuestro maravilloso mundo... ah, y cayémonos para no empañar nuestra inmensa e infinita felicidad. Sorry Dr. Marbolius...

Pilonona dijo...

Si está limpio y sacudido el santito verdad???

Naaaaaaaaaaaaah

jaja, saludoooos!!

Por cierto, he estado marcando a tu hogar y nunca contestan, que ya no vives ahí o que chirriones??

Dr.Marbolius Kempka dijo...

Rigo es amor querida anémona, amor para tus semejantes, y si pilita, si vivo ahi, solo que ya llego más tarde.

Saludos.

Anónimo dijo...

jajajajajaja que historia!!! ya imagino todo el desastre con el San Juditas! en fin lo bueno que futigom al rescate!!!! saludos doc! por cierto pa cuando la blgger reunion??? andenleeeee hagamos una convocatoria si??

YO NEURAS dijo...

Tuviste suerte... uno no debe chingar a los santos, pues poseen fuerzas muy superiores con las que no queremos meternos. Afortunadamente te fue bien... las venganzaz santas son las peores!!!

Ireri Herrera dijo...

Hey! Esa conocida metatera de Charlotte soy yo, y sólo digo eso por haberme criado entre Veracruz y Tabasco. "Putísima la vendehuevos! y otras cosas peores". Buen título para un libro de frases populares de léxico albañeril.

... y no, no soy ni panista, ni no panista, ni yunquista, ni perredista, ni pejista. Sólo salgo con mi batea de babas en los cines.

Ana F. dijo...

Eso te pasa por no rezarle a San Murphy.

No,mejor no disraigas a nuestro santo patrón.

Besos Fortuna.