Eso de la semana Tècnica del CONACYT es una verdadera peste, pues nuestro venerado lugar de trabajo se ve invadido por parvadas de tepoyungos pubertos que osan destruir la paz de dicho recinto bajo pretexto de "conocer" y "explorar" la ciencia a costillas de nosotros los que trabajamos con plumón y borrador, lo cual aclaro, no me parece malo, pero lo que si es una calamidad es la forma en la que se lleva a cabo tal evento.
Recuerdo mis pininos en esto de la docencia (de la decencia mejor ni hablamos), ya que tenía que cubrir horas de servicio social en una primaria dando la clase de computación ni màs ni menos que a 3eros,4tos,5tos y los temibles sextos en ese otoño del año 2000.
-"Niños, les presento a Marbolio, él será su profesor de computación" me presentó una maestra que parecía pintura de Frida Khalo con pinceladas de Andy Warhol.
-"Hoooola Marboliooooo" respondió el numeroso grupo con un tono que sería capaz de enchinarle la piel al mismìsimo chupacabras .
-"Maestro, son todos suyos" me dijo la mayestra con una lógica risa de ironía.
Estuve a punto de tomarle la palabra a la maestra con eso de que eran míos y no sè, venderlos o alquilarlos por kilo o por pieza antes de dar mi discurso a los infantes para que conocieran mi voz, pero traté de aclarar la mente y por supuesto, la garganta.
-"Hola chicos,...er, pues...er, ya me conocen ustedes a mi, asi que...er, ¿qué les parece si me van diciendo sus nombres?"
No terminaba de pronunciar la "s" de nombres cuando una voz enèrgica me espetó:
-"El de azul se llama Moco!!!!" me decía el chiquillo mientras la mayoría dejaba escapar la carcajada ante la mirada de venganza del moco en cuestión.
-"Se llama moco, se llama moco, se llama...(bis)" repetían con ese tonito tan conocido y tan castrante para cualquier ente humano.
-"Yaaaaa!", les dije a esa bola de guerrilleros guatemaltecos, su compañero no se llama Moco (la verdad es que tenía mis dudas), pasè por alto el problema y continuamos la presentación, el curso (lleno de este tipo de anécdotas) y mi vida y me preguntaba severamente si así sería mi futura vida académica o encontraría diversos bemoles.
El día de hoy, la respuesta al parecer llegó de uno de los cuarenta y tantos mounstros de secundaria que nos vinieron a visitar para ver la exhibición con el robot, así que como doy la materia de "Bobótica", pues no me quedó más que decirle "Si jefe" al jefe (obvio cabrón) cuando me mandó al paredón con tal marabunta.
Tuve un flashback al verlos formados, con uniforme y con ese olorcito medio agrio que despiden (algo así como meter a una licuadora un frutsi, unos chicharrines,spray para cabello y su propio olor recién adquirido por la pubertad).
-"Buenos días chicos, yo soy el Dr. Marbolius y les voy a explicar como funciona el..."
-"Oiga, ¿ese es un robot?" me preguntó un niño cabezón.
-"(No wey, es un camello australiano que perdió a su mamà y está bien pinche triste) Sip, así es" le respondí con una amplia sonrisa.
-"Ejem...Como les decía, en esta sesión trataré de explicarles como funcio..."
-"¿A poco se mueve?" oí desde el fondo.
-"(Por supuesto que no niño!, lo compramos fijo para poder usarlo como pisapapeles)Si, claro que se mueve" contesté en un tono más fuerte.
Sin dar tiempo a decir nada, otro niño me preguntó:
-"Oiga y ,¿me puede cargar?"
-"(Pero de piedras cabrón!)¿Yo?, yo si te puedo cargar " le respondí medio molesto y medio divertido a lo que el grupo en general soltó una sonora carcajada y el chico este se puso de mil colores.
-"Ejeeeeeeeeeeem, el robot tiene la capacidad de mover cada una de sus seis articulaciones de manera de..."
-"Oigaaaa, dígame, ¿el robot tiene rayos làser?".
-"(Noooooooooooo!!!, de ser así ya te hubiera desmaterializado el maxilar)Me temo que no" traté de decir en el tono más tranquilo posible ya que la horda de alumnos estaba muy al tanto de cada palabra mía, aunque debo confesar que en el fondo me estaba cagando de la risa ante tales preguntas.
Antes de que me preguntaran si el robot orinaba, hice que el armatoste se moviera para mantener tranquilas a las anguilas éstas y la presentación terminó entre vítores y aplausos.
Una vez que los alumnos se comenzaban a ir, me acerqué al niño preguntón para ver si le había quedado claro (confieso que también había morbo por ver hasta donde llegaba su inventiva).
El chavo me dijo que le había gustado mucho y que cuando fuera grande el quería ser robot o bombero, lo primero que se pudiera, a lo que lo último que alcance a preguntarle fué:
-"¿Oye chico y como te llamas?"
-"Eeee, pues me llamo Oscar, pero...me dicen el "Moco""
-"..."
Probablemente fui de lo peor dando clases de computación en la primaria y quizá es por ello que ahora sufro la venganza del "Moco preguntón", aunque debo reconocer que me divertí bastante, no quisiera encontrarme a un "moco" profesor, pues si de alumno son preguntas cabronas, un mocoexamen debe estar de la tostada.
Ya en la puerta del laboratorio, se voltea y me dice sonriente:
-"Oiga,¿usted es profesor?"
-"Si" le dije sonriendo y dejé que se fuera tan tranquilo como sólo un alumno de secundaria podría hacerlo, no sin atnes voltear a ver al robot y preguntarme a mi mismo seriamente:
-"Oye Marbolio, de veras no tiene rayos láser?"