lunes, noviembre 27, 2006

Les presento a Alvarito

Pues ya que estamos encarrerados con esto de las navidades, relataré en esta ocasión un suceso que va de lo chistoso a lo legendario y que ocurrió una Navidad antes o después(la falta de proteínas en el cerebro me hace divagar) de que el Santa Jarocho hiciera su triunfal aparición.

Alvaro es el nombre de pila de nuestro protagonista,sobrino español(Andaluz para ser más precisos) "polìtico" de este humilde cuenta-cuentos y cuya edad en ese entonces oscilaba tiernamente entre los 6 y 7 años de edad.

Resulta que en los días previos a la llegada del panzón de rojo, (al cual referiré como Santa) "Alvarito" se encontraba emocionado junto con mis demás primos con la llegada de los juguetes, digo,Santa podía venir o no,pero los juguetes si debían hacer acto de prescencia (me lo hubieran dicho antes de la odisea no?)
Deben saber uds que eso de Santa es todo un ritual torero que se realiza en Veracruz, así que la ceremonia comienza desde la mañana cuando este servidor sube en el auto a todos los primos que para esa hora de la mañana son una especie de grupo guerrillero guatemalteco y nos dirigimos velozmente a comprar los globos para que las cartas lleguen puntualmente a Santa, el cual debe tener una especie de Zepelin para recolectar todos los globos y leer asi las cartitas de los mostros.
Al regreso cada primo amarra su carta al globo, le dicen adiós y le dan la bendidión para evitar que este se amarre de un cable de luz o sea víctima de algún evento propiciado por mi abuelo para su sano entretenimiento.
Amarradas las cartas, comienzan a subir y Alvarito, el cual lleva como atuendo una capa color vino con bolitas blancas(pure fashion tunning!!), observa su globo elevarse un poco menos que el de los demás y poco a poco va cayendo, más...más hasta que el globo queda junto con la carta en el jardín mientras los demás estan ya siendo leídos por Santa.
Todos los adultos preparábamos las explicaciones y las formas de tranquilizarlo con el clásico:
-"No te apures hijito, Santa ya sabe lo que le vas a pedir, el lo ve todo y lo oye todo".
En ese instante me preocupo, pues si oye todo y ve todo lo que hago y digo no sólo no me traerá nada sino que es muy probable que me desvalije y se lleve mis cosas en su chingao trineo, en fin trato de calmarme cuando todos consternados vemos a Alvarito con cara de "Que poca madre , que injusto globo, snif snif Toritoooooooooo" cuando el niño nos tapa el hocico con ese acento característico de los españoles y con un razonamiento mayéutico deductivo Socrático nos dice:
-"Es natural, la carta pesa mucho..."
Todos:
-"¿Ehhhhhhh?"
Y en ese momento nos despeja las dudas con la lógica más honesta que alguien pueda manejar, con los ojillos clavados en el globo que está en el piso y triste pero resignado nos dijo:
-"...Si, pesa porque he pedío un patín del diablo y, puesh esh de metal!!!!"
Todos nos quedamos vièndonos y aguantàndonos la risa, yo no reía tanto pues ahora había comprendido porque nunca Santa me trajo un juego de química "Mi alegría".
En adelante, pediré cosas más ligeras.

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